Dejo todo el resto a mi azar...

Porque ya no me sirve, seguir viviendo en error...

Despedida

Desde aquí pude entender que el universo,
es más que tú, más que los dos.
Pude entender que la vida, es más que un intento fallido,
más que un par de ilusiones rotas, y un corazón dolido.

Desde aquí, entendí que la distancia no hace que te extrañe menos, pero me obliga a asumir mi realidad.

Desde aquí pude ver con mis ojos al mismo tiempo el cielo,
el mar el sol y el suelo, y por primera vez, no esperé encontrarte en ellos.

Desde aquí, asumí que de todas las personas aprendemos algo,

y de no ser por todo lo que pasó,
no habría tenido la posibilidad
de ver esto.

Desde aquí, me despedí de tí, de lo que fuimos los dos.

Salgo del desierto porque ya aprendí de el.
Dejo al fin, en esta arena, los recuerdos de los dos,
con la intensión de que permanescan aquí
de ahora en adelante, porque no puedo llevarlos conmigo.


Adiós.

Fragmento(s)

Hoy encontré algo de mí,
que había ocultado en el olvido.
Es casi como un destello,
como un suspiro,
pero al verlo, reconocí sin dudar
a la persona que era yo.

Somos como dos mujeres,
sostenidas en pies diferentes,
y no puedo creer que haya olvidado
que existo.

Por un momento, volví a sentirme
libre de las tristezas, de las tormentas...
de las nostalgias, de las latencias...
Me escapé del mutismo,
y disfruté del mundo un rato.

Y todo ha vuelto a ser como hace tiempo.
Y pienso que tal vez, no me perdí de tí,
no te perdiste tu de mi, no perdí lo que eramos
los dos...
Perdí lo que era yo,
y hoy encontré algo de mí,
oculto en esta arena, que creía haber
dejado en el olvido.

Es sólo un fragmento, pero que con otro,
algún día podría volver a ser yo.

de vez en cuando...

De pie,
sacudí la arena.
Levanté la mirada,
y vi este paisaje desafiante.
Pensé: si no me ha desaparecido,
tiene una razón para que yo esté aquí.
Respiré, y escuché, como mis pies al fin
han querido enfrentar a este suelo.

Algo hizo que la determinación
que en algún momento perdí,
haya regresado, para no dejame bajar los brazos.

Voy a seguir buscandote, aunque tenga que
levantar cada grano de esta arena,
aunque el sol me reste apariencia,
aunque a veces sienta que no debo estar aquí.

Si no dejas de querer encontrarme, sabré que no debo dejar de buscarte.

Hasta en el desierto, florece de vez en cuando.