(Parentesis)

(Balance de fin de año:
Qué aprendí:
-Que tengo intolerancia al ocio impuesto.
-Que no es bueno hacer caso omiso de las intuiciones.
- Algo más sobre el sistema de justicia, aunque no se para que me va a servir.
- A no tomar un curso, diplomado, o lo que sea que termine después del año nuevo. Llevo dos años, pasando las fiestas estudiando...absurdo.
Que entendí cómo nunca:
- Que el trabajo dignifica.
- Que la necesidad es completamente hereje, el 90% de las veces.(las otras veces, sólo tiene "la cara de")
- Que hay cosas que se perdonan, pero no se olvidan.
Que no cumplí:
- Omití intuiciones otra vez.
Que aspiro para el año que viene:
- A hacer más cosas para mí.
- Independizarme definitivamente.
- Prestar más atención a mis intuiciones.
- Viajar más y conocer más lugares.
Que me gustó:
- Poder seguir trabajando en la fundación. Conocí gente linda, con mucho poder dentro de sí,
mucha esperanza. Y eso, fue un bálsamo para el espíritu. Mil gracias.

Advertencias para el otro año:
NO CONFORMARME CON MENOS DE LO QUE MEREZCO.

Listo.
Con esto despido este atropellado 2007, con sus torpezas, sus catástrofes, sus avalanchas de caos, su nieve de cada 12 años y sus 8 grados bajo cero, sus decepciones, corrupciones, y sus interrumpidos soleados días de lo que hay de verano.
Me deseo lo mejor para este otro año, y un feliz año, todo el año para mí.)

*Noche*

Es de noche en el desierto.
No es tanto el frío como el silencio.
No es tanta la soledad, como la presencia exagerada de recuerdos.
No es tanta la oscuridad, como el miedo que siento.
No es tanta la incertidumbre, como lo que tengo por cierto.

Y lo cierto es que soy una extranjera en este suelo,
que de día quema y que de noche es como hielo.
Perdí el deseo de morir, pero tampoco se como vivir esto.
De momento, lo cierto, es que lo poco que tengo,
lo apuesto a tener los ojos abiertos, manteniendome aferrada
al último vestigio de fe que conservo.

Así me quedo, en la arena mirando al cielo,
con el frio y el silencio, con la soledad y mis recuerdos,
con la oscuridad y el miedo, con lo cierto y con lo incierto.

Así

Con la cara contra la arena,
quemandome sin resistencias,
tratando de no recordar,
de no llorar más,
de pronto me di cuenta de algo.

Fuí yo quien eligió estar aquí.

Recuerdos que olvidar

Mi problema no es dejar de verte...
mi problema es que recuerdo con más intensidad, todo aquello que ahora quisiera olvidar.

supuestamente...

Supuestamente, esto va a pasar.
Supuestamente, encontraré un camino,
supuestamente, saldré del desierto, y encontraré la paz que he perdido.
Supuestamente, esto será para mejor,
supuestamente me hará más fuerte, seré más libre.
Supuestamente,a uno no le suceden cosas que no puede superar,
Supuestamente después de la tormenta viene la calma,
y supuestamente la vida continúa.

Llevo días interminables
sumergida en una arena infinita, perdida y perdiendo.
Sinceramente, cada día es peor que el anterior,
cada día todo es más confuso, horrible e insostenible.
Ya no quiero ningún camino, no me vale buscar algo
que siento que no voy a encontrar.

Mi noche en el desierto, me ha resultado una especie
de suicidio espiritual, que no estoy logrando resistir.
A pesar de todos los supuestos, la verdad, es que me vencí,
que no puedo más, porque no soy capaz de más.
No tengo recursos para luchar, menos para ganar porque
todo lo que había de bueno en mí se desintegró.
Soberbio fue pensar que podría contra tamaño paisaje,
porque bajo mis pies sigue existiendo arena, entre mis manos
sigue existiendo arena, ante mis ojos sige existiendo arena,
y yo no soy nada en ella.

/veces/

Mil veces horas
miles de veces minutos...
Otra vez lo mismo.

Rendirse también puede ser una realidad.

Posibilidad

Hace varias horas que me falta voluntad para ponerme de pie,
sacar mi cara de la arena,
y seguir buscando el camino.
Abro los ojos de vez en cuando...
me parece que todo sigue igual.
He pensado tantas cosas,
que ahora lo único que me da vueltas,
es pensar en la posibilidad,
de que también yo desaparesca aquí.

Espejismos...

Partí en el segundo mismo que tuve el valor, de cerrar las puertas, los recuerdos y el corazón.
Partí sin pensar, porque pensar te hace mirar hacía atrás,
y mirar hacia atrás te convierte en estatua sal,
dejándote para siempre en donde tal vez no debes estar.

Partí, porque un día no logré entender que me pasaba,
y la única forma de averiguarlo,
era estando una noche en el desierto.

Mi noche en el desierto, se ha convertido
en días, y esos días en semanas.
He perdido casi todo en el camino.

He perdido por ejemplo, las nociones de los días,

algunos recuerdos, algunas certezas,
algunos caprichos, y casi todo el orgullo.
Perdí también algunos miedos tontos,
porque aquí aprendí a sentir terror.

Perdí también casi todas las partes de la armadura,
con la que me defendía de tí,
porque ahora se, que las cosas de las que más me tengo que defender,
están dentro de mí.

Lo que a veces parece distinto,
suele ser más de lo mismo,
sólo espejismos.

Aquí, en medio de la arena,
me queda sólo el valor de haberme descubierto capaz,
de ser diferente, de mantenerme en pie.

Llega una nueva noche. Mañana será otro día de buscar para encontrar.